El sector público tiene 8.100 trabajadores menos que hace un año porque el aumento de los indefinidos (49.300) no compensa el descenso de los temporales (57.400)
Contratar a trabajadores temporales para cubrir las necesidades de las administraciones públicas es rápido en comparación con el tiempo que implica el proceso de oposiciones y las restricciones presupuestarias que se pueden presentar. Por ello, el sector público ha tirado de interinos y de personal laboral temporal en los últimos años, pero la tendencia está cambiando.
En el tercer trimestre de 2025, el 27,02% de los trabajadores públicos eran temporales, según la EPA, cifra que supone volver al nivel anterior a la pandemia. En los últimos trimestres se ha producido un acelerón en la reducción de la ratio desde el pico máximo registrado entre 2021 y 2022 por el rápido refuerzo de las plantillas para responder a la emergencia sanitaria.
Sin embargo, esta buena noticia tiene una cara B: el empleo indefinido está creciendo, pero la reducción de temporales es más rápida, lo que ha llevado a una ligera pérdida de empleo en términos globales en el último año. Si se compara el tercer trimestre de 2025 con el mismo periodo de 2024, hay 8.100 empleados públicos menos como consecuencia de un aumento de los indefinidos de 49.300, pero un descenso de los temporales de 57.400.
Por tipo de administración, la caída se concentra en las empresas públicas e instituciones públicas (-20.200), las comunidades autónomas (-7.500) y la Administración Central (-4.700). No se trata de un efecto de un trimestre, ya que las reducciones también se aprecian en la media móvil del último año.
Los trabajadores temporales se llevan reduciendo desde su máximo alcanzado en el primer trimestre de 2021 con 1,13 millones, pero hasta el último año habían sido compensados completamente por creación de empleo indefinido. Los datos de la EPA especifican que los mayores descensos de temporales se deben a la reducción de contratados por circunstancias de la producción, por una obra o servicio y para cubrir la ausencia "total o parcial" de otro trabajador.
Aunque el fenómeno es reciente, choca con la filosofía de reducir la temporalidad, consolidando plantillas más amplias fijas. Con este fin, Función Pública comprometió con la Comisión Europea la estabilización de al menos 300.000 interinos, hito cumplido, ya que las estabilizaciones han rebasado las 400.000 plazas, según la última cifra aportada por CCOO. Sin embargo, las estabilizaciones deberían haber finalizado en 2024, por lo que el gran trasvase directo de temporales a indefinidos ha terminado y la reducción de temporales puede hacerse por la vía de la finalización del contrato o por jubilaciones.
Otra forma de reducir la ratio de temporalidad sin cesar a temporales sería aumentando más los indefinidos, pero las administraciones deben cumplir con la regla de gasto y la ratio está todavía lejos de unos niveles aceptables, lo que implicaría contratar a una gran cantidad de personal fijo.
Además, la incorporación de personal fijo conlleva procesos de hasta tres años de duración entre la realización del examen y la entrada como funcionario de carrera, por lo que es mucho más rápido el cese de temporales por finalización del programa concreto que realizaban o, simplemente, por no renovación tras el agotamiento de los años fijados inicialmente en el contrato de interinidad.
Lo cierto es que a las administraciones les urge bajar las ratios de temporalidad por la presión de Bruselas. El TJUE ha emitido múltiples sentencias valorando que España abusa de temporalidad en el empleo público a través de los interinos y la Comisión Europea ha llegado a retirar 627 millones de euros de ayudas a España por no sancionar el uso abusivo de contratos de duración determinada en el empleo público. A raíz de esto, el Gobierno está intentando introducir reformas para cortar la contratación de interinos al máximo o, al menos, reducir el tiempo que pasan por la administración.
En esta línea, Óscar López propuso en septiembre a las comunidades autónomas recortar los contratos de los interinos de tres años a dos y establecer por ley el cese automático posterior. Las autonomías gobernadas por el PP lo rechazaron, pero está por ver si la medida se materializa finalmente en alguna norma.
Pérdida de empleo en el SEPE
El desglose de la EPA es limitado para conocer el detalle de lo sucedido, pero la situación concreta de cada administración se puede aproximar desde el boletín estadístico del personal al servicio de las Administraciones Públicas. A partir de estos registros administrativos se puede observar que un claro ejemplo de no reposición con fijos la caída de temporales es el SEPE.
Si se compara la plantilla del SEPE en enero de 2025 con la de enero de 2023, se ha producido un descenso del 5% (393 trabajadores menos). Esto se debe a que hay 1.757 interinos y 89 laborales temporales menos que no han sido compensados con la entrada de 1.333 funcionarios de carrera y 88 laborales fijos. No obstante, la pérdida de empleo en el SEPE viene de lejos, ya que hace diez años tenía 9.000 empleados y actualmente está en el entorno de los 7.500.
Los sindicatos del organismo denuncian reiteradamente la falta de personal. La última vez fue en verano, cuando aseguraron que el 40% de las oficinas de la red del SEPE no podía dar citas previas por falta de trabajadores en las oficinas.
Fuente: www.elconfidencial.com 22.11.2025
