La justicia condena al Servicio Balear de Salud por «abuso» en las contrataciones de facultativos y abre la posibilidad a indemnizarlos
«Pasé por todas las modalidades. Enlazaba contratos de aquella manera… Te decían: “Te necesito hoy”; y yo: “Ahora voy”». María Córdoba empezó a trabajar en un centro de salud de Palma enlazando contratos basura de días o semanas en el año 1991. Los últimos 13 años de su vida laboral atendía a pacientes en los pueblos del interior de la isla igualmente, también sin estabilidad. Muestra a ABC los informes de vida laboral: más de cien contratos en 30 años. «Me jubilé en 2022 siendo interina, fue lo máximo que conseguí», lamenta esta médico de familia argentina, que ha denunciado al Servicio Balear de Salud por abusar de los contratos temporales en la sanidad.
Se presentó a dos oposiciones, las únicas que ha habido en 20 años en Baleares, aunque deberían ser bianuales, pero no lo consiguió. «¿Qué pasaba? Me llamaban para sustituir a mis compañeras, que pedían permisos o excedencias para estudiar y sacarse la plaza, y yo las cubría», se justifica. Tenía un hijo y una madre a su cargo y había que sacarlos adelante. «El sueldo nunca fue boyante. Hacíamos sustituciones de tres médicos y pagaban a dos. Además, las guardias no contabilizaban en la Seguridad Social».
Al igual que Córdoba, más de un centenar de compañeros en una situación laboral precaria han acudido a los tribunales con demandas individuales, asesorados por el Sindicato Médico de Baleares (Simebal). «Recabamos los casos más flagrantes y denunciamos un abuso ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB)», explican desde el sindicato, satisfechos porque la justicia les acaba de dar la razón.
Los afiliados de Simebal llevaron a cabo 127 demandas individuales por utilización abusiva de contratos temporales de entre 3 y 6 meses durante 20 años. En algunos casos concretos llegaban a acumular 37 años de trabajo temporal y más de 467 contrataciones sucesivas en el IB-Salut. El TSJIB ha condenado al Servicio Balear de Salud (IB-Salut) por irregularidad y abuso en la contratación temporal de médicos. La sentencia, además, da pie a la posibilidad de percibir la indemnización prevista en la nueva normativa de temporalidad en el caso de cese. De momento, el Tribunal ya ha dictado 13 sentencias que afectan a 52 médicos de todas las islas, y quedan pendientes las de otros 75 facultativos, «que presumiblemente tendrán igual resultado», avanza Simebal.
Los jueces declaran que se ha producido una situación «objetivamente abusiva» y destacan que es constante y común a la de múltiples compañeros en idéntica situación. Reconocen el derecho de los afectados a la subsistencia y continuación en la relación de empleo que venían manteniendo, con todos los derechos profesionales y económicos inherentes a ella.
El TSJIB desestima otorgarles la condición de personal estatutario fijos y recuerda que la utilización abusiva de la interinidad por parte de la Administración «no da automáticamente derecho a indemnización ni produce la conversión en fijos indefinidos».
Simebal celebra el fallo pero asegura que el personal médico de Baleares sigue trabajando en condiciones «precarias» al estar sometido a una sobrecarga, sin convocatorias periódicas de ofertas de empleo público y con retribuciones recortadas y congeladas como la carrera profesional, acumulando contratos temporales y cobrando menos que los contratos fijos. «La falta de adecuación de plantillas es la principal causa del déficit endémico de profesionales en Baleares», sostiene el Sindicato Médico, a lo que añade «el mal funcionamiento de la sanidad balear». Lo confirma otro médico demandante. «Hacíamos la guardia de 24 horas y nos daban de baja para no pagarnos la seguridad social en los días libres», critica otro médico denunciante, que enlaza 157 contratos en 25 años de servicio al IB-Salut.
El requisito del catalán
«Mis esperanzas de estabilidad están puestas en las próximas oposiciones pero el tema del catalán es un impedimento», asegura este interino, que se ha apuntado a tres categorías pero le exigen el nivel de catalán en las dos en las que no está en activo actualmente.
«Una sorpresa que se ha sacado de la manga ahora este Gobierno de Armengol», critica con sorna, después de pagar las tres tasas y sólo poder aspirar a una. Armengol eximió del requisito lingüístico a todos los médicos y enfermeras en el concurso de estabilización de plazas del Servicio de Salud cuando se convocó en diciembre, pero en febrero cambió de criterio tras una tormenta política con sus socios nacionalistas de Més. Ahora el catalán es obligatorio para todo el personal sanitario, exceptuando sólo 11 categorías de Medicina y Enfermería. Medicina de Familia es una de las categorías exentas pero Salud ha modificado las bases para exigir el catalán en caso de aspirar a otras categorías distintas a las que se está en activo. Hay médicos que ya han solicitado la devolución de las tasas y otros que barruntan impugnar las oposiciones por el cambio de las bases por el requisito del catalán.
La “jubilación feliz”
Ajena a la nueva polémica, María Córdoba posa para ABC con una medalla a la ‘jubilación feliz’. «Todo lo que me pidieron, lo hice», rememora, aunque con la ‘espinita’ del catalán. «Me apunté a cursos, lo entendía perfectamente, ¡incluso voy al teatro en catalán! Pero me cuestan los pronombres febles y conjugar algunos verbos». Suspendió dos veces por varias décimas: «Y desistí porque vi que era sólo política». De los 30 años de precariedad se lleva grandes amigos: «La sentencia llega tarde para mí pero es buena para mis compañeros» celebra.
Fuente: abc.es