El Gobierno ha blindado las subidas sacándolas de los PGE y aprobándolos, por primera vez en democracia, a través del Consejo de Ministros
El informe de la UCO se hizo público el pasado jueves y desde entonces, el silencio sindical ha sido casi absoluto. Mientras Comisiones Obreras (CCOO) se ha mostrado impasible ante las revelaciones de la Guardia Civil, desde UGT se han limitado a mostrar «rabia» e «indignación» ante lo sucedido, pero sin pedir en ningún caso elecciones anticipadas. De hecho, Pepe Álvarez pidió la continuidad del Gobierno pese a los escándalos por su labor «extraordinariamente positiva».
Se trata de una reacción muy tibia respecto al otro gran caso de corrupción en la sede central de un partido político en España. Cuando explotó el caso Bárcenas, sin que hubiese aún sentencias judiciales de por medio, UGT y CCOO crearon un clima irrespirable para el gobierno de Mariano Rajoy. Un cambio en la forma de actuar que responde a un motivo claro: los sindicatos viven mucho mejor desde que Pedro Sánchez es presidente. Basta con ver el reparto anual de subvenciones: el Gobierno, desde que tomó posesión, no ha parado de «subirles la paga» hasta cuadruplicar su presupuesto -de 8,8 a 32 millones de euros-.
De ahí se explica que Pepe Álvarez diga ahora que «hay que esperar» y respetar «la presunción de inocencia», frente a su forma de actuar en 2013 con el PP en el gobierno. Entonces, sus palabras fueron muy distintas: habló de una crisis institucional grave, pidió dimisiones de primer nivel y encabezó junto a CCOO y la oposición movilizaciones sociales para protestar contra la corrupción.
Pese a lo publicado estos días, el clima amigable de CCOO y UGT con Moncloa no se va a romper. Han decidido no salir a la calle a protestar contra la corrupción del PSOE y tampoco hay anunciadas acciones próximamente. Mismo modus operandi que con los otros casos recientes de corrupción vinculados al PSOE o a su líder, ya que con el caso del ‘Tito Berni‘ o las imputaciones de David Sánchez y el Fiscal General del Estado tampoco hubo pronunciamientos oficiales ni movilizaciones.

De hecho, los sindicatos no han organizado ni una sola gran concentración contra el Gobierno de Pedro Sánchez desde que es presidente, mientras que sí han organizado una contra la oposición, algo totalmente insólito en la historia de nuestra democracia. En concreto, los sindicatos salieron a la calle -sin demasiado éxito- contra PP, Vox y Junts por oponerse al «decreto ómnibus», muy criticado por incluir en un mismo texto medidas de diferentes ámbitos que debían aprobarse o rechazarse juntas.
Además, Sánchez ha sido el primer presidente de la historia en sacar fuera de los Presupuestos Generales del Estado las subidas de las subvenciones a los sindicatos. Con el actual Ejecutivo, la subida de estas partidas presupuestarias se han aprobado en Consejo de Ministros. De este modo, Moncloa no ha puesto en riesgo la subida por tener que prorrogar los PGE -como ha sucedido ya en cuatro ocasiones-, ni ha tenido que negociarla con otros grupos parlamentarios.
De hecho, todas las subidas que ha hecho el Gobierno se han hecho en Consejo de Ministros. La primera se produjo en 2021 después de dos años congelados por las prórrogas de los PGE heredados de Rajoy en 2019 y 2020. En 2021, la coalición de PSOE y Podemos decidió subirlo por su cuenta y riesgo a 13,88 millones de euros, cifra histórica y nunca vista hasta la fecha. Un año después, en 2022, este presupuesto ascendió hasta los 17 millones de euros, cifra que se mantuvo los cursos 2023 y 2024.
Ya para 2025, la cifra creció hasta los 32 millones, una subida que, al igual que las anteriores, se produjo en el Consejo de Ministros y no mediante los Presupuestos Generales del Estado. Un precio a pagar para conseguir la tan ansiada ‘paz social’ de la que suele presumir el Gobierno.
Fuente: vozpopuli.com 18.06.2025
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