Fuente: Diario de Navarra de fecha 2 de noviembre 2021 enlace
Llevan años luchando por sus derechos en la calle y en los tribunales. Piden que no se les discrimine respecto a los funcionarios y que no se abuse de su temporalidad
Cuando uno es atendido por una médico en urgencias no le pregunta a esta si es funcionaria o interina, lo mismo que al profesor del colegio de sus hijos. Pero en ambos casos espera la máxima profesionalidad del empleado público, independientemente de la naturaleza de su relación laboral con la Administración. Para los interinos, su trayectoria profesional ha sido un camino de pocas alegrías. Durante años no se les han reconocido derechos como la antigüedad, el complemento del grado y la ayuda familiar, de los que sí gozaban funcionarios que realizaban el mismo trabajo. Muchos de ellos incluso han aprobado una oposición, pero como la Administración nunca sacaba todas las plazas vacantes se han quedado años en el limbo de las listas de contratación. En cualquier momento podían ser despedidos sin cobrar un euro pese a llevar años en el mismo puesto. Para la Administración ha sido muy cómodo y muy barato alimentar esta situación durante décadas. Da igual los colores de los gobiernos, todos han contribuido a que el 53% de los 28.000 trabajadores de la Administración foral sean hoy temporales. A todo ello le está dando Europa la vuelta como a un calcetín. Ahora, el miedo de algunos es que los planes de estabilidad acaben con trayectorias de muchos años en la calle.
“Tiene que haber un castigo para el empleador y debe ser nuestra fijeza” “La Administración legisla y nos hace cumplir a todos los ciudadanos con mano de hierro sobre aquello que legisla, pero en lo que a ella le toca acaba haciendo lo que quiere”, se lamenta José Antonio Arto, empleado de servicios múltiples con el Ayuntamiento de Tudela desde 2012. Desde hace cuatro años ocupa de modo interino el puesto de conserje en un polideportivo municipal de la capital ribera. “La Unión Europea sostiene que no se nos puede tratar de modo distinto que a los trabajadores del sector privado, a los que se les hace fijos tras una relación laboral de tres años”, defiende. Por ello, aplaude las primeras sentencias judiciales en Navarra reconociendo como indefinidos no fijos a eventuales a los que se va a tener que indemnizar por su despido.
Arto recuerda que muchos interinos aprobaron en su día una oposición, pero que por la insuficiencia de las plazas se quedaron en listas de contratación. Por ello, pide la fijeza ahora: “Ya ha habido precedentes en los que se ha producido el acceso a la función pública sin un concurso-oposición como cuando a los trabajadores de las cooperativas privadas de ikastolas se les hizo funcionarios”.
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1 Nombre: José Antonio Arto Sánchez (51 años)
2 Puesto: Conserje en el área de deportes de Tudela. En el mismo puesto desde 2017
“Da igual lo válida que seas, porque al día siguiente te puedes ir a la calle”Felisa Fernández Tanco es profesora de Lengua y Literatura desde hace seis años en el Instituto de Carcastillo, donde es también la responsable de Convivencia. No obstante, acumula ya unos doce años como interina de Educación en el Gobierno de Navarra. La primera oposición a la que se presentó la aprobó, pero se ofertaban sólo 59 plazas de su especialidad y ella quedó la número 82. “La realidad -dice- es que había más plazas para ofertar, pero los gobiernos deciden cuantas sacan, perjudicándonos a las personas que hemos aprobado”.En su caso, la escasez de oferta supuso entrar a las listas de interinos, sin tener nunca la certeza de si al año siguiente iba a seguir trabajando y si lo iba a poder hacer en el mismo centro.
Felisa Fernández recuerda que en la pasada legislatura se intentó en Navarra que a los interinos que tuvieran una oposición aprobada esto les contara. “Se trataba de que nos dieran una cierta estabilidad, que se nos blindara de alguna forma, pero no fue así. Los interinos estamos muy poco defendidos en esta Comunidad”, denuncia.Fernández lamenta también que el hecho de demostrar la valía y de asumir responsabilidades en los centros educativos, como es su caso, no les sirve para nada. “No tienes garantía de continuidad y si te presentas a una oposición te lo acabas jugando todo a una carta. No siempre obtiene plaza el que más se ha preparado, sino el que más suerte tiene con los temas”. Las próximas oposiciones de su especialidad serán en 2023, “pero me sale urticaria sólo de pensarlo -reconoce-. Es un proceso muy duro.
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1 Nombre: Felisa Fernández Tanco. (47 años)
2 Puesto: Profesora de Lengua y Literatura en el Instituto de Carcastillo desde hace seis años. Es también la responsable de Convivencia del centro. Lleva doce años como interina en Educación.
“Empecé trabajando fines de semana y ahora sigo con contratos covid”Raquel Royo Vergara acabó la carrera de enfermería en 2016 y empezó a trabajar los fines de semana con un 42% de la jornada, lo que en el ámbito sanitario llaman ‘canguros’. Opositó y aprobó en 2018, pero tuvo que conformarse con entrar a las listas de contratación porque otras enfermeras de más edad y experiencia se llevaron las plazas. “A quien lleva trabajando 20 o 15 años -explica- cada año trabajado le puntúa 1,5, por lo que te adelanta fácilmente”. Se fue a vivir dos años a Barcelona y regreso a Pamplona con la pandemia, pudiendo entrar a trabajar gracias a los contratos covid. El pasado día 31 se le acabó el contrato tras varios meses en el punto de vacunación de Forem, aunque le han vuelto a renovar para tres meses.La próxima oposición será en febrero y volverá a presentarse para optar a alguna de las 190 plazas de turno libre. “Teniendo en cuenta que la temporalidad afecta al 60% de la plantilla de Salud, las ofertas de plazas son escasas”, lamenta”. “Y si no sacas plaza, -añade- la única forma de tener cierta estabilidad es quedar bastante arriba en las listas de contratación”, apunta.A sus 27 años, las preocupaciones como interina de Raquel Royo son distintas a las de quienes llevan más tiempo. Aún no tiene los cinco años de antigüedad para beneficiarse del grado y lo que hoy prioriza es la estabilidad.
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1 Nombre. Raquel Royo Pérez (27 años).
2 Puesto. Enfermera en el punto de vacunación de Forem. Lleva varios meses encadenando contratos covid.
“Ojalá no ofertaran mi plaza, pero los jóvenes deben tener posibilidades”La vida laboral de Izaskun Martín es una constante de idas y venidas. Ha pasado como empleada de servicios generales, por el Hospital de Navarra, institutos, ambulatorios… En la residencia de El Vergel ocupó una vacante durante siete años, pero cuando salió la plaza a oferta tuvo que acabar buscándose la vida en el sector privado. Posteriormente ha vuelto a la residencia.“Para la Administración ha sido muy cómodo tener tanto interino, se han ahorrado mucho dinero y ni siquiera tenían que despedirte”, critica. Respecto al plan de estabilización de plazas reconoce que a sus 51 años “egoistamente”, “ojalá no saliera nada, no me caería nada bien perder la plaza, pero también hay hijos y jóvenes por detrás que te gustaría que tuvieran posibilidades. Así que toca pensar en lo que es bueno para el interés general y creo que estabilizar empleos en la Administración pública lo es”.En cuanto a las soluciones que finalmente se articulen para acceder a las plazas que se estabilicen -algunos interinos piden directamente la fijeza-, Izaskun Martín reconoce que entre miles de interinos “hay casuísticas muy diferentes y es imposible contentar a todos”. Apoya el acuerdo de su sindicato, CC OO, para e haya más gente con un trabajo estable y con todos los derechos “y que los que vayan a entrar detrás los tengan también”.
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1 Nombre: Izaskun Martín Rodríguez. (51 años)
2 Puesto. Residencia El Vergel. Servicios generales. Entró en la Administración en el año 2000 y en El Vergel acumula 15 años.
“Estabilizar el empleo contribuye a unos mejores servicios públicos”Comenzó su vida laboral como interina en el Ayuntamiento de Pamplona en 1986 y durante veinte años compaginó su trabajo en cursos de formación y escuelas taller. Tras dos años de paro, en 2007 entró al departamento de Educación como profesora. En 2010, con el aumento de las horas de docencia volvió a estar dos años sin trabajar. “Cuando nos necesitan los interinos estamos allí dándolo todo y en las épocas de crisis los Gobiernos se repliegan y nos dejan a muchos interinos en la calle, con una hipoteca, unos hijos… resintiéndose a su vez la calidad de los servicios públicos”. En los años en que ha realizado sustituciones se ha tenido que pelear el derecho a cobrar por los meses de vacaciones.Respecto al proceso de estabilización, Garde apunta que la administración “ha incumplido de forma sistemática su obligación de sacar a oferta las plazas ocupadas en interinidad durante tres años”. Por ello, cree que esta es una oportunidad para reducir la temporalidad, “lo que redundaría en unos mejores servicios públicos”. Recuerda que ya en Educación hubo un período transitorio en el que en el sistema de acceso a la función pública se eliminó el carácter eliminatorio de la prueba de examen. “Casi el 95% de los interinos que se presentaron a la oposición aprobaron. De alguna forma hay que hacer que esta estabilización permita a la gente sacar una plaza y dar paso a los que vienen detrás”.
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1 Nombre. Mariví Garde Mozaz. (60 ños)
2 Puesto: profesora de matemáticas de Secundaria en IES Ibaialde. A día de hoy está liberada por el sindicato CC OO
“Tengo una Biblia de contratos, alguno de cuatro horas a 100 km de Pamplona”Ángel Garde, natural de Figarol, trabajaba en una empresa de piensos compuestos cuando un conductor ebrio chocó contra su coche y lo dejó malherido. Ya no pudo recuperar su empleo y se buscó la vida en la Administración como veterinario. Ya lleva unos quince años. “Me he hinchado de coche y maleta. Bajaba a Tudela para jornadas de cuatro horas, luego me subía a Roncal… me he recorrido toda Navarra. Ha habido épocas en las que no había trabajo y te decían adiós muy buenas, con una mano delate y otra detrás a esperar a que te llamaran otra vez en los períodos de vacaciones que es cuando se daban las sustituciones”. Asegura que tiene una “Biblia” de contratos. Algunos de cuatro horas para una corrida de toros, muchos de medias jornadas, otros de un sábado o un domingo.“He estado en muchas listas porque los interinos tenemos que apuntar a todo para sobrevivir. Si hubiera mayor estabilidad esto no sería necesario y habría mayores oportunidades para todos”, reconoce. Desde hace cuatro años ocupa una vacante en el Matadero.Asegura que es “difícil” de entender que la interinidad afecte al 53% de la plantilla del Gobierno. Cuando vienen mal dadas el Gobierno te abandona en el campo de batalla”. Afirma que ahora es el momento de buscar “la mejor solución” para personas “que llevan años de interinidad y no porque este fuera su deseo”.
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1 Nombre: Ángel Garde Lecumberri. (62 años).
2 Puesto: Veterinario del Instituto de Salud Pública. Tras encadenar decenas de contratos lleva 4 años en una vacante