Fuente: Diario de Navarra de fecha 2 de noviembre 2021 enlace
La desastrosa gestión del empleo público ha ido engordando la bola de la interinidad sin que nadie le ponga remedio. Miles de trabajadores pendientes de un hilo, pudiendo prescindir de ellos sin coste y con derechos sin reconocer durante años, de los que sí han gozado funcionarios que hacen el mismo trabajo. Resulta elocuente que de los 28.000 trabajadores de la Administración foral, nada menos que el 53% sean temporales. Un fórmula muy cómoda y barata. Ahora, el Gobierno foral y los ayuntamientos tendrán que consolidar 15.000 empleos interinos para cumplir el plan de Sánchez de reducir la eventualidad al 8%. Que Europa está mirando y nos jugamos los fondos. Casi nada. Habría que convocar concursos-oposición que encima no garantizan la fijeza a los actuales ocupantes interinos de las plazas. Así es como se las gasta la Administración. Legislan para todos los demás, y se afanan en que el resto de la sociedad cumpla con los marcos establecidos. Pero cuando les toca a ellos, el rasero es otro y deja mucho que desear.