Casi 13.000 docentes temporales acaban de lograr una plaza fija, pero 24.000 han quedado fuera
Elena tiene 53 años y hace 21 que es profesora interina de secundaria. Imparte clases de su especialidad (Empresariales) en ciclos formativos y de economía en ESO y Bachillerato. Elena se presentó al concurso de méritos abierto por la Generalitat para convertir a los profesores internos en situación de fraude de ley —porque acumulan largos años de temporalidad— en funcionarios. Ha sido un proceso angustioso porque vio que solo pudo meritar los años de experiencia en su especialidad, pero no el resto ni tampoco el cargo como jefe de estudios. Con todo, al final ha logrado una plaza fija, aunque por los pelos. “Me he quitado un peso de encima porque a mi edad cuesta más estudiar para unas oposiciones”, asegura aliviada.
Uri, en cambio, se ha quedado a las puertas. Hace 17 que es interino y ha ejercido de maestro de primaria y de profesor de música. El problema es que se consideran especialidades diferentes, y en el concurso cuentan los 10 últimos años, pero los puntos de una experiencia y de otra suman menos que hubiera tenido 10 de una sola. “Al final, el ser versátil me ha penalizado”, lamenta.
Elena y Uri son la cara y la cruz del concurso de méritos resuelto hace unos días para acabar con el elevado número de interinos de larga durada, unos 59.000, según la Generalitat. El Gobierno central, previo toque de atención por parte de Bruselas, aprobó el año pasado un real decreto para llevar a cabo un gran proceso de estabilización de los trabajadores públicos interinos. En el ámbito educativo, el número de interinos en esta situación ronda los 30.000, lo que supone un 36% del total de la plantilla, cuando no debería superar el 8%.
Para acabar con la provisionalidad de este grueso de personas, la Generalitat ha previsto la convocatoria de 29.279 plazas, distribuidas en 12.859 de un concurso de méritos resuelto hace unos días, 14.246 de unas oposiciones extraordinarias prevista para finales de junio y 2.174 plazas más de unas oposiciones ordinarias, a medio plazo.
En el concurso de méritos, diseñado para personas con más de siete años de antigüedad, participaron 37.284 candidatos. De los que se han quedado fuera -más de 24.000-, 1.355 tenían más de siete años de experiencia, según datos del Departamento de Educación, que añaden que quedan en lista de espera ante posibles renuncias (hay aspirantes que se presentan a concursos en diferentes comunidades), y que cuentan con una nueva posibilidad en la convocatoria extraordinaria de oposiciones de este verano.
Uri ya tiene en el horizonte esta posibilidad, aunque con recelos. “Estoy obligado a hacer las oposiciones si quiero mantener el trabajo, pero hacerlas a finales de curso, con el volumen de trabajo que hay y sacar tiempo para estudiar es prácticamente imposible”. Este profesor en una escuela de Cardedeu alerta del malestar y ansiedad entre el profesorado que está creando este proceso. “Hay profesores que están pidiendo la baja para poder estudiar. Y también hay mucha angustia entre los profesores que se han quedado fuera, especialmente los que tienen hijos y temen perder el trabajo. En los claustros se nota la tensión y notas que es más fácil que saltes en medio de una reunión”, advierte.
Precisamente con ese ambiente enrarecido es lo que ha frenado a Txell, de 54 años y con 15 de experiencia como interina, a celebrar que ha logrado una de las ansiadas plazas del concurso de méritos. “No estoy por celebrar nada porque muchos compañeros no han entrado. Ves la tristeza, la desgana y eso te apena”, lamenta. Esta profesora tacha el proceso de “despropósito” y rompe una lanza por las demandas de su colectivo: “No pedíamos ser funcionarios, sino una plaza fija”.
Aplazar las oposiciones
Sindicatos y plataformas de interinos valoran muy negativamente la gestión del proceso. “Lo que no puede ser es que haya personas con más de siete años de experiencia que se queden fuera y vean cómo pasan por delante personas con tres años”, lamenta Víctor del Arco, portavoz de la Pindoc. Esta plataforma de interinos cifra en 8.000 los candidatos (analizando los puntos obtenidos por los aspirantes) con más de siete años de experiencia que se han quedado sin plaza. “La idea del Departamento era estabilizar a los interinos con más de siete años de antigüedad y no ha sido así. Además, no están asegurando ninguna alternativa para las personas que se han quedado fuera”, incide Iolanda Segura, portavoz del sindicato mayoritario Ustec.
Estas organizaciones piden que se trasladen plazas de las oposiciones al concurso de méritos, para evitar que los que se han quedado sin plaza con tanta antigüedad deban ahora someterse a los exámenes. Y también piden que se aplacen las oposiciones unos meses para dar tiempo a que se conozcan las renuncias y se resuelva la repesca de candidatos que han quedado en lista de espera en el concurso de méritos.
Por su parte, el Departamento de Educación recuerda que ya se traspasaron 355 plazas de las oposiciones al concurso de méritos y que “no se ha previsto” retrasar el calendario de los exámenes porque consideran que no se solapan con los procesos que tienen abiertos otras comunidades.
Como protesta, una veintena de activista de Pindoc protagonizaron un encierro en la sede del Departamento de Educación el jueves, que acabó con el compromiso de celebrar una reunión entre ambas partes esta semana.
Fuente: elpais.com