Fuente: Diario sur de fecha 19 de enero 2022 enlace
Los tribunales dieron la razón a ocho aspirantes, que tras una larga batalla judicial consiguieron su plaza a mediados del año pasado.
El Ayuntamiento de Málaga ha tenido que abonar un total de 646.000 euros en indemnizaciones por los errores cometidos en las oposiciones a bombero celebradas en 2015. Tras verse obligado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a incorporar a mediados del año pasado a ocho aspirantes que impugnaron las pruebas porque no se les informó sobre el criterio de valoración de las preguntas, la Administración local también acaba de hacer efectivo el otro mandato judicial: indemnizar a los afectados por el perjuicio ocasionado y por los seis años que han tardado en conseguir su plaza como funcionarios. Con los 37 puestos que se convocaron más que adjudicados, el Consistorio ‘reenganchó’ a los ocho demandantes en el curso de ingreso que el año pasado permitió cubrir otras 20 plazas, pero quedaba pendiente saldar cuentas con ellos.
Pese al montante que supone para las arcas públicas, la sangría podría haber sido mayor, ya que los 646.000 euros se han destinado a pagar a cinco de los ocho bomberos, una cuantía que ha sido fijada en función de los ingresos laborales obtenidos en este periodo. A los tres restantes no les ha correspondido nada porque en estos seis años han estado trabajando, según explica a este periódico el concejal de Recursos Humanos, Jacobo Florido. «No compartimos este criterio del juez, porque se perjudica a quienes consiguieron un puesto de trabajo», reconoce el edil.
Tal y como ha venido informando este periódico, el origen del litigio estuvo en el tercer y último ejercicio teórico, consistente en un supuesto práctico, cuando ocho de los aspirantes que suspendieron impugnaron los resultados. ¿Por qué? Alegaron que en ningún momento se les advirtió sobre el criterio de valoración ni de las posibles penalizaciones por respuestas erróneas o en blanco y que cuando solicitaron la revisión de los exámenes comprobaron que cada una de las 11 preguntas habían sido puntuadas de forma diferente.
Desde el Ayuntamiento se argumentó que el valor de cada pregunta se asignó en función del grado de complejidad, aunque finalmente los jueces determinaron que debe ser «idéntica y proporcionada» ya que ni en las bases del concurso ni en ningún otro documento consta que con anterioridad a la publicación del concurso se hiciese saber a los aspirantes que las preguntas iban a valorarse de forma distinta. De esta forma, el tribunal calificador de entonces se volvió a reunir para revisar el ejercicio de los ocho opositores y declararlos aptos.
A este primer varapalo judicial se ha sumado recientemente otro, también por supuestas irregularidades en la adjudicación de plazas en el Real Cuerpo de Bomberos, después de que un juez haya ordenado la repetición de las pruebas para cubrir once plazas de cabo celebradas en junio de 2018 por dudas sobre el sorteo para determinar las preguntas del primer examen. Como ha avanzado SUR, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 7 de Málaga ha dado la razón a tres funcionarios que denunciaron que el tribunal del concurso-oposición ya había extraído varias bolas con los números de los temas a desarrollar antes de que los aspirantes entraran en el aula, por lo que no pudieron verificar cuándo se habían seleccionado los cuatro temas a desarrollar, si realmente se habían escogido al azar ni si en el bombo estaban todas las bolas (39).