Cataluña afronta un reinicio de curso caliente con las huelgas de sanitarios y docentes

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El 25 y 26 de enero hay convocados paros en ambos servicios públicos. Los sindicatos reclaman la mejora de las condiciones laborales pero también cambios en la gestión y denuncian los agravios acumulados desde los recortes.

La Generalitat afronta un reinicio de curso caliente este enero por las huelgas de los trabajadores públicos en la sanidad y la educación convocadas simultáneamente el 25 y 26 de este mes. Por un lado, los sanitarios redoblan la presión para mejorar las condiciones laborales postpandemia y, por el otro, los docentes vuelven a la movilización después de que el acuerdo alcanzado con el Govern en septiembre no esté dando los frutos que esperaban. Los docentes remarcan la unión de las dos huelgas por “la defensa de los servicios públicos y sus trabajadores” en un momento en el que los Presupuestos de la Generalitat están en negociación.

El médico de familia y vicesecretario general de Metges de CatalunyaDavid Arribas, explica por teléfono a Público que existe “una situación de total agotamiento de la profesión médica”. Por eso es necesario tomar medidas para evitar una “quiebra” del sistema sanitario que el sindicato mayoritario del sector, convocante de la huelga, ve cercana. También se ha sumado la Mesa Sindical de Sanitat de Catalunya, formada por ocho organizaciones minoritarias que agrupan a todos los colectivos sanitarios.

A finales de diciembre, Salut firmó un preacuerdo para el convenio de la red concertada del sistema sanitario público (Siscat) con las patronales y sindicatos CCOO, UGT y SATSE. El texto incluye 460 millones suplementarios para 2023 para hacer posible las mejoras del convenio, entre ellas un incremento salarial de hasta el 3,5% -como los funcionarios-, revertir los recortes de 2010 y blindar e incrementar las retribuciones por cumplimiento de objetivos (DPO) y también las de las guardias.

Metges de Catalunya no lo suscribió y apostó por la convocatoria de huelga, que tiene como una de las principales reivindicaciones la reducción de la carga de trabajo. “El preacuerdo no abordaba lo que creemos primordial, como es poner un tope en las agendas o regular las jornadas anuales”, sostiene Arribas. Actualmente, los médicos de familia realizan unas 45 o 50 visitas al día en Catalunya, y en algunos casos hasta 60, cuando lo óptimo sería 25. Además, el sindicato recela de algunas de las medidas incluidas en el acuerdo y sostiene que no revierten los recortes.

Primera huelga en la sanidad después de la pandemia

Metges de Catalunya defiende ir mucho más allá de la propuesta de Salut y remarca que no se trata de nuevas reivindicaciones, sino que buena parte se arrastran desde los años de la crisis y los recortes, que supusieron la pérdida de 900 facultativos en la atención primaria. Actualmente no están en conversaciones con Salut, pero Arribas expresa la predisposición del colectivo para reanudarlas. Preguntado por esta convocatoria, el conseller Manel Balcells respondió que el sindicato es “libre de realizar las acciones que crea oportunas”, pero confía en que los trabajadores del sistema, cuando lean la letra pequeña del preacuerdo, “valoren lo que significa”.

Las últimas huelgas datan de 2018 y 2019, con acuerdos parciales, y en verano de 2020 se hizo una convocatoria que finalmente fue cancelada por el repunte de la covid. Sobre nuevas movilizaciones más allá de las de fin de mes, Arribas alerta: “No vamos a detenernos hasta que las reivindicaciones que creemos que son lícitas sean negociadas y se vean corregidas”.

Actualmente, también está en negociación el convenio del Institut Català de la Salut (ICS). El sistema sanitario catalán se creó en 1990 con la Ley de ordenación sanitaria de Catalunya (LOSC) y ahora lo forman unos 140.000 trabajadores. Unos 50.000 trabajan para el ICS, la gran empresa pública, y unos 70.000 en diversas entidades proveedoras, que se agrupan bajo el paraguas del SISCAT y que ahora han firmado el convenio. El Hospital Clínicdel Mar, Sant Pau y el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) tienen convenio propio.

Educación reanuda las movilizaciones

Por otra parte, la huelga del 25 y 26 de enero supone la reanudación de unas movilizaciones que el sector educativo pausó en septiembre después de nueve jornadas de paros el pasado curso. Los sindicatos llegaron a un acuerdo con Educació, pero avisaron de que si no había más avances volverían a la calle, como finalmente será, aunque por ahora sólo convoca USTEC. Las demás huelgas habían sido unitarias.

Su portavoz, Iolanda Segura, remarca por teléfono a Público que “hay que presionar ahora porque están los presupuestos”, y lamenta que en lugar de priorizar los servicios públicos se planteen proyectos como la ampliación del aeropuerto o la construcción del macrocomplejo Hard Rock en el Camp de Tarragona.

Entre las principales reivindicaciones, los docentes piden revertir los recortes, negociar el calendario del curso, un pacto de estabilidad del personal interino y la vuelta de los sexenios con ciertas condiciones. Hasta ahora las propuestas que les ha hecho el Govern las consideran “insuficientes” y desde la última mesa, antes del inicio de las vacaciones escolares, no han vuelto a reunirse. 

Sin embargo, la directora general de Professorat del Departament d’Educació, Dolors Collell, aseguró que la ciudadanía “no entenderá” la huelga después de haberse firmado un acuerdo “histórico” y mientras todavía hay negociaciones en marcha. En declaraciones a los medios cuando se anunció la movilización, Collell lamentó la convocatoria en el momento en que se está a punto de alcanzar “nuevos acuerdos” y existe un clima y una relación “institucional” con los sindicatos que permitiría ” avanzar” en la negociación.

Pero USTEC considera que son avances insuficientes y también lamenta el “desbarajuste organizativo” que ha supuesto la medida estrella del acuerdo de septiembre. La reducción de una hora lectiva a todos los maestros y profesores a partir de la próxima semana, es decir, a medio curso, ha supuesto rehacer los horarios. Segura critica también que, aunque la medida implica la contratación de nuevos profesionales, se ha hecho un cálculo “a la baja” y no se han cogido todos los necesarios. “Seguiremos luchando con lo que consideremos necesario, lo que queremos es una educación de calidad”, concluye.

Fuente: Público

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